Se trata de una obra atribuída a Alejandro de Loarte, probablemente la pieza menos afortunada de todo el conjunto, dos bellas mesas de Juan van der Hamen, un florero sobre mesa y aves muertas del Pseudo-Hiepes, ya identificado según reciente descubrimiento, dos pequeños pero impresionantes floreros de Antonio Ponce, dos cuadros anónimos que nos atrevemos a atribuir a Gabriel Felipe de Ochoa, cuando los comparamos con la obra de dicho autor perteneciente al Museo del Prado, procedente de la colección Naseiro, y dos bodegones de Luis Meléndez.

Escena de taberna y carnes colgadas
49,5 x 70 cm.


Pareja de mesas dispuestas para la comida
67,6 x 102,8 cm. cada uno

Jarrón con flores, aves y peras
87,5 x 125,5 cm.


Pareja de floreros
42,3 x 25,3 cm. cada uno


Gabriel Felipe de Ochoa
Pareja de composiciones de flores y frutas sobre repisas
58,8 x 94,4 cm. cada una

Bodegón de ciruelas y moras
37 x 50 cm.

Bodegón con peras, botella, cesta y barril
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